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Arquitectos: Carvalho Terra Arquitetos
- Área: 550 m²
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Fotografías:Guilherme Pucci

Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Educación Infantil del Colegio Santa María funciona en edificios construidos a finales de la década de 1960, ampliados y reformados en los años 2000. La propuesta fue elaborar un proyecto de retrofitting para modernizar y actualizar los espacios, con el fin de atender las nuevas demandas tecnológicas, usos, prácticas pedagógicas y garantizar la preservación de las características arquitectónicas, parte de la identidad de la escuela.

Se realizaron proyectos para la recepción, sector administrativo, comedor, cocina experimental, baños y biblioteca. Las obras debían realizarse en etapas y durante los períodos de vacaciones de verano e invierno, para no interrumpir el uso de los espacios. Para ello, la elección de los procesos, materiales y estrategias de proyecto fueron fundamentales para el éxito de las intervenciones.

El comedor funcionaba en un antigua aula adaptada que no podía albergar el aumento del número de alumnos. Se propuso devolver el aula a su uso original y que una sala más pequeña, cercana a la entrada, pudiera ser ampliada para albergar el nuevo comedor. Se propuso una cubierta compuesta por pilares de concreto, vigas metálicas y tejas termoacústicas para cubrir el conjunto y crear un espacio cubierto para albergar a los alumnos, ampliar el comedor y renovar la entrada del conjunto.


El espacio fue diseñado con tres accesos, dos organizan los flujos de entrada y salida de los alumnos y una entrada lateral técnica para el abastecimiento de alimentos y limpieza, sin comprometer el acceso de los alumnos y educadores. Como materialidad, los ladrillos y el concreto aparente existentes componen el ambiente junto con el nuevo mobiliario, equipos y un panel al fondo con un diseño en trazo continuo que ilustra las transformaciones de los alimentos.

En el sótano, se propuso una reformulación general para albergar una cocina experimental, baños infantiles, depósitos, espacio para colaboradores con vestuario, armarios y baños. La Cocina Experimental está dividida en dos partes. En la parte interna, donde hay mesas fijas en dos alturas y equipos, el uso es mediado por educadores. En la parte externa, el grupo puede ser ampliado y los alumnos pueden cocinar de forma colectiva. En los baños, el color señala los lavabos y orienta a los alumnos en el uso de los sanitarios.

La biblioteca estaba organizada en dos espacios desconectados que albergaban el material bibliográfico y las actividades pedagógicas. Se propuso un espacio integrado, cercano a los flujos de entrada y salida de los alumnos y al acceso a las aulas. En las paredes laterales se proyectaron estanterías para exhibir los libros de diferentes maneras, mezclando espacios de lectura y espacios para sentarse, acostarse o escalar. En el centro, un espacio flexible con puffs y tatamis para atender las demandas pedagógicas.


Las estanterías fueron diseñadas como bloques de libros apilados. En las filas más bajas, los libros se exhiben a partir de sus cubiertas, en vertical y en horizontal. En las más altas, los libros están en fila para albergar todo el material bibliográfico. Se propuso una pantalla de proyección y baúles usados como banco y lugar para guardar disfraces usados en las narraciones de historias. En uno de los laterales hay dos puntos de apoyo para que los colaboradores puedan mediar y orientar a los alumnos durante las actividades.



























